Situada en el noreste de España, entra La Rioja y Burdeos, la propiedad de Arínzano ocupa un valle formado por las últimas estribaciones de los Pirineos, dividido por las tortuosas aguas del río Ega. Los exclusivos microclimas crean un ambiente singular para el cultivo de la vid. De las 355 hectáreas de la propiedad, 128 están dedicadas al cultivo de viñedos de Pago.